Yo, el maltrato infantil

SOY UNIVERSAL Y PERTENEZCO A UNA AMPLIA FAMILIA, capaz de abarcar todas las edades (bebés, menores de edad, personas adultas y ancianas), todos los niveles (físico, psíquico, emocional), todos los ámbitos (escuela, trabajo, hogar) y cualquier circunstancia.

En muchos casos, la diferencia es un potente acicate para que actuemos (raza, sexo, cultura, discapacidad física o psíquica). Y no sólo atacamos a la especie humana, cualquier animal puede ser blanco de nuestra ira.

En concreto, yo me encuadro dentro del maltrato infantil.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) me define como “los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico”.

Con frecuencia estoy en el ámbito familiar o entorno próximo. Para ello me valgo de padres, madres, sus parejas, amigos, amigas o familiares. A veces, utilizo la fuerza física y/o el abuso sexual, en ocasiones, con una brutalidad extrema, que pueden provocar incluso la muerte. Otras veces, simplemente paso de cuidar a quienes tengo a mi cargo, no cubro sus necesidades básicas. Es lo que llaman maltrato físico; tiene consecuencias tanto físicas como psicológicas.

También utilizo gritos, insultos, indiferencia, desprecio, humillaciones, confinamientos, amenazas, etc., para demostrarles mi hostilidad desde mi posición de superioridad. Es lo que llaman maltrato psicológico, afecta sobre todo a la autoestima y tiene consecuencias a largo plazo.

Aunque actúo con menores de cualquier edad y en cualquier ámbito, me ensaño más con menores de cuatro años, adolescentes, menores con discapacidad física o mental, en familias con problemas de drogadicción, violencia doméstica, exclusión social. Les causo trastornos emocionales, conductuales y sociales, dependiendo de muchos factores (edad, gravedad, frecuencia, prolongación en el tiempo…).

Muchas veces, se plantean eliminarme. Para ello nada mejor que la prevención a través de programas globales educativos para los colectivos que, de una forma u otra, están en el entorno de las niñas y niños: familia, profesionales de la educación y de la salud, etc. Aún no lo han conseguido.

Últimos comentarios

  • Montserrat Jimenez Garcia

    Los menores y los ancianos son los más bulnerables y no deja de ser una lacra en nuestra sociedad y mundialmente.A la minima sospecha actuar y actuar donde está la raiz.La familia y en algunas culturas es mucho más profundo;tanto psicologico como lo es fisico.

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María Díaz

Secretaría de Políticas Sociales de FECCOO