Trabajo decente: un panorama desolador

DOS MIL MILLONES DE PERSONAS trabajan sin contrato ni derechos. La cifra es aterradora. Dos mil millones de personas sufren discriminación, reciben una remuneración muy por debajo de sus capacidades, están sobreexpuestos a accidentes o enfermedades laborales, carecen de protección social o padecen todas esas deficiencias a la vez.

Hay más datos para la desolación. El 75% de la población mundial no tiene una cobertura adecuada de seguridad social y más del 50% carece por completo de dicha cobertura. Esto se traduce en que no tiene asegurada ningún tipo de protección en caso de desempleo, enfermedad, discapacidad, vejez o maternidad, Son datos de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, que se celebra el 7 de octubre.

El drama se completa con que cerca de 200 millones de personas ni siquiera tienen trabajo; de ellos, 71 millones son jóvenes que lo buscan y no lo encuentran. Mientras todos esos millones de jóvenes y adultos ansían un trabajo, otros tantos niños son explotados laboralmente en minas, campos, casas, calles y talleres. Un total de 168 millones de niñas y niños se encuentran atrapados en el trabajo infantil perdiendo su vida, salud y futuro.

El trabajo decente se incorporó a la agenda internacional después de ser adoptado en septiembre por Naciones Unidas (ONU) en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos objetivos, aprobados por la ONU en 2015 como un programa de acción global para el período 2015-2030, conforman la agenda política, económica, social y ambiental universal más ambiciosa nunca adoptada en la historia de la humanidad, que en lo concreto se expresa a través de 17 objetivos y 169 metas.

Se trata de dar una respuesta internacional a los problemas a los se enfrentan las sociedades en un mundo que, paradójicamente, es a la vez el económicamente más próspero y tecnológicamente avanzado, pero también el más desigual socialmente y el más degrado ambientalmente que jamás hayamos conocido. “Nunca antes la humanidad había tenido un diagnóstico tan certero de los problemas y la posibilidad de articular soluciones y respuestas como ahora”, según la OIT.

 

Desempleo mundial

Los estragos de la crisis siguen latentes. No solo no se han recuperado los empleos perdidos sino que la brecha es aún mayor: 27 millones de personas desempleadas más que en 2007. La ralentización en la creación de puestos de empleo sitúa la cifra de desempleo en 197,1 millones de seres humanos.

El presente es desalentador, pero ¿cuáles son las proyecciones para el año que viene? El aumento de puestos de trabajo en las economías avanzadas solo compensará de forma marginal la destrucción de empleo en las economías emergentes y en desarrollo. En varios países europeos, el desempleo se mantendrá cerca de máximos históricos. La cifra total de desempleados en España se sitúa en 3.720.297 personas. En los Estados Unidos, así como en otras economías avanzadas, donde el desempleo bajará a niveles anteriores a la crisis, se espera que el subempleo se mantenga o que crezca. Dependiendo de la economía, tomará la forma de trabajo temporal o a tiempo parcial involuntario y de índices de participación más bajos, especialmente entre las mujeres y los jóvenes. La previsión de la OIT es que el desempleo mundial crezca en 2,3 millones en el 2016 y 1,1 millones más en el 2017.

 

Discriminación salarial por género

La brecha salarial entre hombres y mujeres se estima en el 23% a nivel mundial; es decir, ellas ganan el 77% de lo que ganan los hombres. Con las tendencias actuales se necesitarían más de 70 años para colmar las desigualdades salariales, según la OIT.

Los Convenios sobre igualdad de remuneración (núm. 100) de 1951 recogen la obligación de ‘garantizar la aplicación a todos los trabajadores del principio de igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor’. El Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación) (núm. 111) de 1958 que prohíbe que por diversos motivos, entre ellos el sexo, se establezca cualquier ‘distinción, exclusión o preferencia que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo’.

El acceso a la educación es un aspecto clave para asegurar la igualdad de oportunidades. Los progresos alcanzados por las mujeres en la educación no se han traducido en mejoras comparables en su posición en el trabajo. En los últimos 20 años la diferencia en la tasa de participación se ha reducido en un 0,6% respecto a una diferencia de más de 26 puntos porcentuales. No obstante, el abandono del mercado de trabajo ha aumentado tanto en hombres como en mujeres,.

 

Empleo Juvenil

El número de jóvenes sin empleo aumentará este año en medio millón hasta alcanzar los 71 millones a nivel mundial, después de una reducción del desempleo juvenil entre 2012 y 2015. La previsión es que la tasa de desempleo de los jóvenes alcance el 13,1% a final de año; solo una décima por debajo del máximo histórico registrado en 2013. Las expectativas para 2017 no indican que vaya a disminuir. La OIT observa un deterioro particularmente agudo en los países emergentes, donde se espera que la tasa de desempleo pase del 13,3% al 13,7% entre 2015 y 2017. En los países en desarrollo se mantendrá estable (en torno al 9,5% en 2016), mientras que los países desarrollados registrarán la mayor tasa de desempleo de los jóvenes en todo el mundo (14,5%). La tasa de desempleo de la población joven en la UE es del 17,6% y en España del 39,6%.

 

Tasa de riesgo de pobreza en España y la Unión Europea (%)

A estos datos se le suma el hecho de que 156 millones de trabajadores jóvenes se encuentran en una situación de pobreza extrema (con menos de 1,90 dólares de los Estados Unidos diarios) o moderada (con entre 1,90 y 3,10 dólares de los Estados Unidos diarios), lo que representa el 37,7% de los trabajadores jóvenes.

Ante este panorama, los jóvenes tienden a buscar mejores oportunidades de educación y de empleo en el extranjero. En 2015, cerca de 51 millones de migrantes internacionales tenían entre 15 y 29 años. De este grupo, poco más de la mitad residía en economías desarrolladas. Además, el 20% de la población mundial en esta franja se mostraba dispuesta a mudarse permanentemente a otro país en 2015.

 

Riesgos laborales

Cada año mueren más de 2,3 millones de mujeres y hombres a causa de lesiones o enfermedades en el trabajo, según estimaciones de la OIT. Más de 350.000 muertes vienen provocadas por accidentes mortales y cerca de dos millones de muertes son causadas por enfermedades o por accidentes vinculados con el trabajo. Además, más de 313 millones de trabajadores sufren accidentes no mortales relacionados con el trabajo que generan daños y absentismo en el trabajo cada año. La OIT estima también que ocurren 160 millones de casos de enfermedades relacionadas con el trabajo al año.

Ofrezcamos mayor claridad. Cada 15 segundos muere un trabajador en el mundo a causa de un accidente o una enfermedad laboral; y cada 15 segundos, 153 trabajadores tienen un accidente en el mundo. En términos diarios, alrededor de 6.400 personas mueren por accidentes o enfermedades profesionales y 860.000 trabajadores sufren lesiones en el empleo.

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